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jueves, 19 de diciembre de 2019

DOCUMENTO: CALLEJERO DE MANZANARES DE 1884-1886

Entre los años 1884 y 1886 el Instituto Geográfico y Estadístico elaboró un completo y detallado callejero de Manzanares, que nos permite conocer como era nuestra localidad a finales del siglo XIX. En el callejero también se incluyen los principales edificios públicos, religiosos, industriales... lo que le convierte en un documento de especial interés para conocer nuestro pasado. El callejero está compuesto por ocho planos: uno global de toda la localidad y otros siete parciales.

Plano general de Manzanares. Enlace al plano completo

Pero sin lugar a dudas son mucho más interesantes los planos parciales por la información detallada que aportan. Empecemos con el plano del centro de Manzanares, que es probablemente la zona que menos cambios ha sufrido con el paso del tiempo.


ZONA CENTRO

Plano del centro de Manzanares. Enlace al plano completo. 

En la plaza nos encontramos tres edificios principales: la iglesia de la Asunción, la casa consistorial y y el desaparecido teatro Calderón. El teatro fue derribado en 1926 para construir sobre su solar el palacio municipal, sede actual del Ayuntamiento. Tras la inauguración en 1929 del palacio municipal, la casa consistorial fue dedicada a otros usos. Entre 1958 y 1985 fue utilizada como biblioteca municipal y en la actualidad ha vuelto a su función original, albergando oficinas municipales y el salón de plenos del Ayuntamiento.

Fotografía de principios del siglo XX. A la derecha, se puede observar la casa consistorial.
En 1885 el aspecto de la plaza debería ser muy similar al que se observa en la foto.

En la calle de la Cárcel encontramos otro importante edificio: la cárcel del partido. Fue cerrada en 1929, cuando se construyó un nuevo recinto carcelario al final de la calle San Marcos. Esta segunda cárcel estuvo en funcionamiento hasta los años 60 del siglo XX y es actualmente un centro de salud.

Hacia el suroeste se puede apreciar que la población llegaba hasta la ermita de San Blas, que es el último edificio que aparece en el plano. Fue construida a mediados del siglo XIX sobre los restos de otra ermita destruida durante la Guerra de la Independencia por las tropas francesas con el objetivo de dejar libre de obstáculos los alrededores del castillo. 

En el plano ya no se hace referencia al castillo. Entre 1864 y 1865 pasó  a manos privadas en los procesos desamortizadores de las propiedades de la Orden de Calatrava. Es probable que en la fecha de elaboración del plano las reformas realizadas por los nuevos propietarios ya hubiesen ocultado a la vista las murallas y las torres del antiguo castillo. Así estuvo oculto el castillo, entre las viviendas construidas sobre sus muros, hasta principios del siglo XXI, cuando fue restaurado y reconvertido en restaurante y hotel. 

Resulta llamativo que siendo esta zona el origen de Manzanares se quedase con el paso del tiempo en el extrarradio. Desde sus inicios, el crecimiento de la población fue principalmente en dirección noroeste por la calle del Carmen y Jesús del Perdón. En esto puede que influyesen las instrucciones urbanísticas de la Orden de Calatrava, que impedían que se construye en los alrededores del castillo, para que no se viesen mermadas sus funciones defensivas con edificios que obstaculizasen la visión o permitiesen a posibles atacantes parapetarse en las proximidades de las murallas.

En este dibujo del castillo de 1900, realizado por un miembro de la expedición de la Asociación Astronómica Británica de visita en Manzanares para observar un eclipse de sol, puede apreciarse que el edificio, excepto por la torre del homenaje que destaca sobre el conjunto, parecía ya más una venta que un castillo

El límite de Manzanares por el sureste era la actual avenida de Cristóbal Colón. En el plano aparece con el nombre de calle Nueva, lo que nos indica su reciente urbanización. Esta zona del plano, en los alrededores del río Azuer, es especialmente interesante por las importantes transformaciones que ha sufrido con el paso del tiempo. En 1885 el río discurría por Manzanares por dos cauces diferentes: la madre vieja y el caz. La madre viaje era el cauce natural del río y el caz fue un desvío artificial del mismo realizado para aprovechar la pendiente y construir molinos de agua en los que moler, principalmente, cereales. A finales de los años 70 del siglo XX el caz fue canalizado de forma subterránea dando lugar al Paseo Príncipe de Asturias. En el plano se puede apreciar como por aquella época el caz discurría paralelo a la actual avenida de Cristóbal Colón. Se identifican varios puentes en esta parte del caz: uno frente a la calle de la Cárcel para el paso de carruajes, otro junto a la carretera destinado al paso de peatones y un tercero por el que discurría la propia carretera de Andalucía.

Se puede observar como en 1885 la fábrica de harinas todavía no se había construido, ya que es un edificio posterior de finales del siglo XIX o principios del XX. Este lugar estaba ocupado por huertas que se aprovechaban para el riego del agua del Azuer.

También en esta zona se puede apreciar la existencia de un lavadero. Fue construido en 1873, al mismo tiempo que las obras de canalización del agua de Siles que llegaban a un depósito cercano que en el plano no se muestra. El agua de Siles era distribuida en la localidad desde este depósito por aguadores por medio de carros-cuba tirados por mulas (1). El agua corriente no llegó a Manzanares hasta la década de los veinte del siglo pasado. Resulta difícil imaginar en la actualidad lo penoso que tendrían que ser las tareas de lavado al aire libre en épocas como el invierno, con bajas temperaturas y el agua prácticamente helada.

Tampoco se hace referencia en el plano a la antigua ermita de San Isidro, que debió estar ubicada frente a la actual calle San Isidro, donde ahora se encuentra el kiosco de la música, por lo que deducimos que en 1885 la ermita ya había desaparecido.

Resulta curioso que muchas calles recibían el nombre de "vuelta de", como podemos apreciar en el plano como, por ejemplo, con la primera, segunda y tercera vuelta de la Empedrada. Normalmente, eran calles perpendiculares a una principal de la que tomaban el nombre, en este caso de la calle Empedrada.


ZONA SAN ANTÓN

Plano zona ermita San Antón. Enlace al plano completo.

Continuando hacia el noroeste en el plano, podemos ver que los límites de Manzanares estaban marcados por el caz del río Azuer y la vía del ferrocarril. En la zona del río, la última calle urbanizada se correspondía con la actual Amapola, aunque se aprecian algunas construcciones en la esquina de la calle Menéndez Pelayo con la avenida de Cristóbal Colón. La calle Amapola aparece en el plano con el nombre de calle de las Fábricas y puede observarse que justo al final, en las cercanías del río, se indica la existencia de una fábrica de harinas, que daría nombre a la calle.

El río estaba rodeado de una área arbolada que en el plano es denominada Paseos del Río y que, como en el presente, sería una zona de esparcimiento en los meses veraniegos para los manzanareños. La parte final de la actual calle Ramón y Cajal se llamaba calle de la Feria, lo que parece indicar que debía ser el lugar en el que se celebrasen las fiestas de la localidad.

En esta parte del plano aparecen tres ermitas que aún hoy continúan existiendo: la ermita de San Antón, que era utilizada como escuela para niños; la ermita de Jesús Nazareno, hoy llamada de la Veracruz; la ermita de Santa Quiteria, conocida ahora como ermita de la Virgen de la Paz.

La actual calle Jesús del Perdón era llamada en la parte más cercana a la plaza como calle Ancha y a partir de la ermita de Santa Quiteria como calle del Chorrero, terminando en la vía del tren. No había más edificaciones pasando la vía, por lo que el barrio que hoy conocemos como Divina Pastora no existía en 1885.


ZONA DEL ANTIGUO HOSPITAL

Plano zona antiguo hospital. Enlace al plano completo

En este plano podemos observar los límites de Manzanares por el norte. La localidad terminaba aproximadamente en el lugar en el que hoy está ubicado el colegio de Altagracia. Las últimas calles son Donas y Serranos que se corresponden con las actuales Gibraltar y Pérez Galdós. En el Paseo de la Estación apenas se ven un par de edificaciones separadas del resto del núcleo urbano. La carretera de Andalucía en dirección Madrid salía de la población por la calle Camarenas. 

El principal edificio de esta zona es el hospital de La Caridad, que estuvo en funcionamiento hasta la inauguración del hospital Virgen de Altagracia en 1973 y que hoy día es una residencia de ancianos. En 1885, coincidiendo con la elaboración de este plano, se habían realizado importantes obras de ampliación y reforma del hospital por iniciativa del médico manzanareño Alfonso González-Mellado Buenasmañanas. El final de las obras del hospital coincidió con una epidemia de cólera que afectó duramente a Manzanares en ese mismo año de 1885.

En la calle Trompas, actual Reyes Católicos, se ubicaba otra escuela, que en este caso era tanto para niños como para niñas.


ZONA ERMITA NUESTRA SEÑORA DE GRACIA

Plano zona ermita Nuestra Señora de Gracia. Enlace al plano completo.

Hacia la zona este destacaba la ermita de Nuestra Señora de Gracia, destruida durante la Guerra Civil y en cuyo solar se edificaría en los años 70 del siglo XX la parroquia de Nuestra Señora de Altagracia. Los alrededores de la ermita eran utilizados como cementerio. Este camposanto ocupaba una amplia superficie que se correspondería con la actual ubicación del Gran Teatro, los juzgados, la Casa del Pueblo, llegando probablemente hasta la actual calle de la Flor.

Hasta principios del  siglo XIX, el lugar habitual de enterramiento en Manzanares era en el interior de las iglesias o en los alrededores de las mismas. En el año 1787, una Real Orden de Carlos III dispuso que se construyeran los cementerios fuera de las poblaciones, ley que fue reiterada durante el reinado de su hijo Carlos IV en 1804. El objetivo de estas leyes era evitar que se propagasen enfermedades o epidemias por la descomposición de los cadáveres. 

A consecuencia de esta normativa, la mayor parte de los enterramientos en Manzanares se empezaron a realizar en el cementerio de la ermita de Nuestra Señora de Gracia. A principios del siglo XIX, esta zona estaba fuera del casco urbano y que, por tanto, cumplía con los requisitos de la nueva legislación. Esta situación empezó a cambiar con la apertura de la estación de tren en 1860 y el desarrollo urbanístico que esto propició. Podemos observar en el plano que el cementerio de la ermita de Nuestra Señora de Gracia quedaba justo en la dirección de crecimiento natural de la población hacia la estación de tren. 

Por ello, tras un acuerdo entre la Iglesia y el Ayuntamiento se abrió un nuevo cementerio parroquial en 1880 en unos terrenos fuera de la localidad, a la espalda del actual parque del polígono. Por este acuerdo la Iglesia cedió al Ayuntamiento los terrenos del antiguo cementerio de la ermita de Nuestra Señora de Gracia, pero con la condición de que durante un periodo de 25 años no se urbanizase, para dar tiempo a los vecinos a trasladar los restos de sus familiares. Aunque en el plano no se haga alusión al mismo excepto por una calle lateral de nombre Campo-Santo, el cementerio de la ermita de Nuestra Señora de Gracia seguiría albergando en 1885 los restos de numerosos difuntos, ya que apenas habían pasado cinco años desde el acuerdo entre la Iglesia y el Ayuntamiento.

En cuanto a los límites de Manzanares hacia el este, el propio cementerio y la calle del Lugarejo, ahora Jacinto Benavente, marcaban el final de la localidad.

Ermita Nuestra Señora de Gracia a principios del siglo XX


ZONA ESTACIÓN DE TREN

Plano zona estación de tren. Enlace al plano completo.

Como se puede observar en el plano, la estación de ferrocarril se encontraba alejada del núcleo urbano. En el Paseo de la Estación únicamente había algunas edificaciones junto a la calle Toledo y en las cercanías de la propia estación.

La llegada del ferrocarril a nuestra localidad se produjo el 1 de julio de 1860, con la inauguración del tramo entre Alcázar de San Juan y Manzanares, que posibilitó la conexión con la capital de España. En 1865, la finalización del tramo entre Manzanares y Córdoba, permitía viajar a las principales ciudades andaluzas, como Sevilla y Málaga. Hacia el oeste, la línea que comunicaba Manzanares con Badajoz entró en funcionamiento en 1866 y hacia el este, la línea entre Alcázar de San Juan y Alicante había sido ya inaugurada en 1858. 

Todas estas conexiones permitían viajar desde Manzanares a cualquier lugar de España y fueron una de las principales causas del boom económico de nuestra localidad a finales del siglo XIX y principios del XX. El ferrocarril posibilitó la exportación de vino y fomentó el crecimiento de la pujante industria vinícola de Manzanares.

A la derecha del Paseo de la Estación aparece la cañada de la Mancha Alta, que actualmente conocemos con el nombre de cañada Real Soriana. Esta zona no se urbanizó hasta 1910, durante la alcaldía de Antonio Rubio.


ZONA CONVENTO FRANCISCANAS

Zona convento franciscanas. Enlace al plano completo.

Hacia el este, el límite de Manzanares coincidía con la ubicación del actual colegio de la Candelaria, en la confluencia de las calles Anega y Blas Tello. A partir del colegio, la última calle urbanizada era Molinos de Viento y que en 1885 estaba dividida en tres calles independientes: Cañameros, Rosales y Cruz de Toledillo.

En este área de Manzanares se localizaban varios edificios relevantes:

  • El Palacio de Justicia que estaba ubicado en el edificio que posteriormente fue casa de Blas Tello. 
  • La Casa de Correos y Telégrafos situada en la calle Monjas, esquina con la actual calle Orden de Montesa (calle del Correo en el plano). Durante buena parte del siglo XIX Manzanares fue la sede de la Administración Principal de Correos en la provincia de Ciudad Real y a partir de 1857 también contó con línea telegráfica (2).
  • El convento de las Franciscanas, inaugurado en 1592 y recientemente clausurado.
  • El matadero al final de la calle del mismo nombre.
  • La ermita de San Juan, utilizada como escuela de niños y que estaba ubicada en el edificio que ocupa ahora Telefónica.

Una vez repasados todos los planos que forman parte del callejero de 1885, terminamos con una pequeña reflexión sobre la educación de la época. Para una población que en 1885 ascendía a 8.963 habitantes, según los planos solo contaba con dos escuelas para niños y una tercera mixta para niños y niñas. El número de alumnos no podría ser muy elevado ya que en dos de estas escuelas las clases se impartían en edificios de reducidas dimensiones, como era el caso de las ermitas de San Antón y San Juan. En el anuario de 1885 de Bailly-Baillière solo aparecen cuatro profesores de instrucción pública. Posiblemente los colegios contaban con una única aula en la que convivían niños de todas las edades con un solo profesor que impartía todas las materias, excepto en el colegio mixto que habría una aula para niños y otra para niñas. Con estos datos podemos concluir que el analfabetismo debería ser muy alto, especialmente entre mujeres que solo podían escolarizarse en una única escuela. Sorprendentemente, según el censo de 1911, Manzanares era uno de los pueblos con menor analfabetismo masculino de la provincia (35%), teniendo solo Ciudad Real capital una tasa inferior. Es difícil imaginar los medios educativos con los que contarían otros pueblos de la provincia que tenían un nivel de analfabetismo que podía doblar las cifras de Manzanares.


Miguel Ángel Ángel Maeso Buenasmañanas, diciembre de 2019



(1) "Agua de Siles", de Antonio Bermúdez García-Moreno, publicado en el Siembra de septiembre-octubre de 1989.


(2) "El telégrafo y su llegada a Manzanares", de Antonio Bermúdez García-Moreno, publicado en su blog en noviembre de 2017.