Terminamos el trabajo de digitalización de antiguas novenas de Manzanares, realizado por la Asociación Cultural El Zaque en colaboración con el blog www.manzanareshistoria.es, con la publicación de las dedicadas a los "santos viejos".
Entre los pocos ritos antiguos que se han mantenido en Manzanares se encuentran las festividades de los “santos viejos”, con sus correspondientes hogueras en cada uno de los barrios acogidos a la vieja ermita, la fabricación y venta de sus dulces y pastas (“guarrillos, caridades y palomillas”), la procesión y el repique de las campanas en el campanario de la ermita que muestra la festividad de estos días en que el ciclo rural anual comienza a apuntar sus primeros frutos y anuncia las ganancias agrícolas; han pasado las largas noches navideñas y la luz de los días comienza a aumentar, y mientras se acerca la llegada de las fechas previas a la cuaresma, en Manzanares se repite el refrán:
Según confiesa el padre Bernardo María Jiménez en el folleto de la novena de san Antonio Abad (1931), se había comprometido a la composición y edición de tres novenas dedicadas a otros tantos de estos populares santos durante su estancia en Manzanares. En el caso del primero de los santos viejos, San Antón, el preámbulo de su novena está datado por su autor en “Manzanares, fiesta de la Transfiguración del Señor, 6 de Agosto de 1931”, no obstante la impresión está realizada en los talleres de Nuestra Señora de Lourdes de Murcia y, aunque el santo es el primero de los llamados “viejos”, su edición, la más moderna, completó el ciclo de las comprometidas por su autor. En ella encontramos el esquema clásico de oraciones y reflexiones diarias en los nueve días previos al festejo y unos gozos cuyo estribillo se cantaba o recitaba por el pueblo durante la asistencia a la novena.
La novena a San Blas, obispo y mártir, abogado contra los males de garganta se publica en la tipografía del Rosario de la vecina población de Almagro, editada en 1922 -aunque el prólogo está datado el día de la Inmaculada de 1918- por cuenta de la cofradía. En su prólogo el autor denomina el culto a este santo en Manzanares como “popular y antiguo en esta ciudad”, del mismo modo que declara su compromiso de redactar la obrita para suplir a una anterior más “anticuada y demasiado concisa”.
Respecto de los gozos que se encuentran al final del folleto, y que son los únicos de los santos viejos que aún se recitan en la actualidad, se debe tener en cuenta que no deberían ser de su autoría cuando indica que proceden de otra novena anterior.
Desde el año 1560 se tienen noticias de la construcción de una ermita dedicada a Santa Quiteria en las afueras de la villa. En la misma se documenta durante el siglo XVIII la existencia de la imagen de Nuestra Señora de la Paz, cuya advocación debió sustituir a la primigenia en ese siglo, pasando por tanto la denominación del templo a esta hermandad o cofradía.
El mismo padre Bernardo María Jiménez firma el 17 de abril de 1929 la “Novena a Nuestra Señora de la Paz, cuya imagen se venera en su iglesia de Manzanares” editada, con licencia eclesiástica, en nuestra ciudad por la imprenta Rodríguez, cuyo coro canta:
Nos atrevemos a incluir en este capítulo un documento complementario que no es exactamente una novena, pero tiene a su favor ser un folleto impreso en Manzanares hace 83 años. Se trata de “LOS CUATRO DOMINGOS DE Santa Rita de Casia”, denominada La Santa de los tiempos Modernos, abogada de imposibles... Un folleto en doceavo de 16 páginas traducido, según se informa en su portada, del escrito en 1907 en New York por el Doctor Carlos Ferina.
El librito, publicado por la imprenta Pacheco en 1941, contiene saludos, alabanzas y súplicas a la santa y algo muy propio de las fechas de su redacción y de la publicación en nuestro país, ya que contiene diferentes oraciones destinadas a ser asumidas por solteras, casadas o viudas... todo un signo de la época.
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