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viernes, 20 de octubre de 2023

FOTOGRAFÍAS DE MANZANARES EN EL ARCHIVO HISTÓRICO DEL ABC (1909-1978)

El Archivo Histórico del periódico ABC atesora una enorme cantidad de información. Entre sus fondos se encuentra la revista Blanco y Negro, editada entre el año 1891 y el 2000, el propio periódico ABC fundado en 1903 y colecciones de fotografías que se remontan hasta mediados del siglo XIX. La publicación en internet de todos estos fondos permite hacer fáciles búsquedas de documentos relacionados con la historia de Manzanares.

En esta ocasión, vamos a presentar fotografías del Archivo Histórico del ABC relacionadas con Manzanares, que nos permitirán hacer un viaje por el tiempo entre 1909 y 1978. Si bien es cierto que no hemos localizado un número de excesivo de fotos, algunas son especialmente interesantes, ya sea por mostrar edificios muy representativos de nuestra localidad o por estar relacionadas con sucesos especialmente dramáticos ocurridos en Manzanares.


Plaza de toros (1909)

La primera de las fotografías, que pensamos que no se llegó a publicar en el periódico, se remonta al año 1909 y es especialmente llamativa ya que en ella se recoge un acontecimiento muy típico de la época. La fotografía fue tomada en la plaza de toros de Manzanares, justo en el momento en el que el público salía después de finalizar una corrida de toros. 

El evento tuvo que ser de importancia ya que aparece una gran cantidad de gente y numerosos carros y caballos esperando a sus dueños para hacer el viaje de regreso hacia el pueblo. En el centro de la foto, aunque no se aprecia nítidamente, se puede identificar a una pareja de la guardia civil, con tricornio y a caballo, velando por la seguridad del evento.

La plaza, por aquel entonces, era de reciente construcción, ya que se había inaugurado tan sólo nueve años antes. Las primeras décadas del siglo XX fueron años de prosperidad para Manzanares en los que se construyeron numerosos edificios públicos, además de la plaza de toros, como el Gran Teatro, la Casa del Pueblo, el Círculo Católico, el Casino o el Palacio Municipal.

Plaza de toros de Manzanares, año 1909.


El asesinato de "La Reinilla" (1911)

La siguiente fotografía es, desgraciadamente, de carácter mucho menos lúdico. Muestra la detención de uno de los implicados en el triple asesinato de "La Reinilla" ocurrido en Manzanares el 22 de enero de 1911[1]. En concreto, en la foto aparece Miguel Galindo Expósito, conocido también como Morguetas o Morquetas, que fue detenido por los guardias civiles Juan Ledesma y José Román del puesto de Argamasilla de Alba. Esta foto se incluyó en el diario ABC del 8 de febrero de 1911.

Detención de Miguel Galindo Expósito, coautor del crimen de "La Reinilla", febrero de 1911

Miguel Galindo era un delincuente común, natural de La Solana, que el año anterior se había fugado de un penal de Ceuta. Junto a otros tres cómplices, entraron en una casa de la antigua carretera de Madrid con el objetivo de robar, asesinando brutalmente a martillazos a las tres personas que se encontraban en el interior. Los asesinados fueron Doroteo Guerrero Galiana, de 60 años, su esposa Vicenta Gómez-Pardo Fernández-Luengo, de 53 años y apodada La Reinilla, y su hija adoptada Carmen García-Verdugo Pinto, de tan sólo 10 años de edad.

Los cuatro asesinos fueron detenidos y condenados por tan bárbaro crimen a la pena de muerte, aunque posteriormente a dos de ellos le conmutaron el castigo por la cadena perpetua. Miguel Galindo fue uno de los dos ejecutados, por garrote vil, en Ciudad Real el 22 de abril de 1914. 


La Guerra de Marruecos (1921-1922)

Las siguientes dos fotografías nos trasladan a la Guerra de Marruecos en los meses posteriores al Desastre de Anual ocurrido en julio de 1921. Esta derrota costó al ejército español alrededor de 11.000 muertos y perder el control de la parte oriental del protectorado español en el norte de Marruecos. La retirada española llegó hasta la ciudad de Melilla, que quedó asediada por los rebeldes rifeños. En estas críticas circunstancias era imperativo el envío de refuerzos y mejorar la moral de las tropas. 

La población de Manzanares contribuyó en la medida de sus posibilidades a estos objetivos[2]. En diciembre de 1921 se organizó en nuestra localidad una campaña de recogida de donativos con el objetivo de proporcionar un aguinaldo a los 120 soldados manzanareños que combatían en el norte de Marruecos. La recaudación ascendió a la considerable cantidad de más de 10.000 pesetas. Con estos fondos se compraron, para cada soldado, ropa, una caja de mantecados, un kilo de chorizos, una caja de turrón, unas botellas de vino, aguardiente y mistela, además de asignar 40 pesetas en metálico por persona. Dos comisiones del Ayuntamiento partieron en el mes de diciembre hacia Marruecos para entregar en persona estos regalos: una comisión se dirigió hacia la zona de Ceuta y otra hacia Melilla. En la primera de las fotografías, tomada a finales de diciembre de 1921, aparece la comisión de Melilla repartiendo en el monte Arruit los regalos a los soldados manzanareños. En el centro de la fotografía, de uniforme y con barba blanca, se encuentra el general Cabanellas. A su derecha, con sombrero, el alcalde Manzanares Miguel Muñoz Camacho, acompañado por dos concejales. Esta noticia apareció en la cabecera de la tercera página del diario ABC del 12 de enero de 1921.

Entrega de suministros a soldados manzanareños en el monte Arruit, diciembre de 1921.
El acalde de Manzanares Miguel Muñoz con el general Cabanellas.

El monte Arruit, donde fue tomada la fotografía, era un lugar especialmente simbólico ya que había sido uno de los puntos principales del desastre de Anual. Cuando el monte Arruit fue reconquistado por el ejército español el 24 de octubre de 1921 el escenario no podía ser más desolador. Diseminados por toda la zona se encontraron los cuerpos insepultos y medio momificados de 3.000 soldados españoles fallecidos en los combates de julio. Muchos de los cadáveres presentaban señales de haber sido degollados, destripados o lapidados. La entrega del aguinaldo en el monte Arruit era, sin lugar a dudas, un acto de propaganda del Ejército que intentaba publicitar de esta forma los progresos en la lucha contra los rebeldes rifeños.

Además de esta distribución de alimentos en Marruecos, la población de Manzanares también destacó por el apoyo prestado a los trenes con refuerzos militares que viajaban hacia los puertos de embarque en el sur de España. En la estación de tren de Manzanares se organizó una especie de servicio de intendencia que distribuyó unas 12.000 raciones de comida y bebida entre los soldados que viajaban a bordo de los trenes. Como recompensa a estos esfuerzos, el alcalde de Manzanares, Miguel Muñoz, fue condecorado con la cruz del mérito militar. La siguiente fotografía fue tomada durante el acto de entrega de la condecoración en el mes de julio de 1922.

Entrega de la cruz al mérito militar al alcalde de Manzanares Miguel Muñoz por parte del diputado Arsenio Martínez Campos.
Julio de 1922.

En la fotografía, marcado con el número 1, aparece el condecorado alcalde de Manzanares, Miguel Muñoz. A su derecha, con el número 2, el diputado Arsenio Martínez Campo, marqués de la Viesca, que fue el encargado de imponerle la medalla con la cruz del mérito militar. Más a la derecha de la fotografía, se encuentra el manzanareño Antonio Rubio-Manzanares, que por aquella época ocupaba el cargo de presidente de la Diputación Provincial de Ciudad Real. Esta noticia fue publicada, al igual que la anterior, de forma destacada, en la página 3 del diario ABC del 13 de julio de 1922.


Muerte de Ignacio Sánchez Mejías (1934)

La siguiente noticia nos traslada a los años de la Segunda República y, de nuevo, a otro suceso trágico acontecido en nuestra localidad: la cogida del torero Ignacio Sánchez Mejías el 11 de agosto de 1934. No estaba previsto inicialmente que Sánchez Mejías torease en Manzanares esa fatídica tarde, pero la lesión de otro matador provocó que entrase a última hora en el cartel. 

Cartel de la corrida del 11 de agosto de 1934.
No aparece Sánchez Mejías ya que a última hora sustituyó al lesionado Ortega.

Se conservan cuatro fotografías tomadas justo en el momento de la cogida, tres de ellas realizadas por nuestro paisano Melchor Díaz-Pinés Pinés y la cuarta por otro espectador de apellidos González Larios. Estas fotografías fueron publicadas por multitud de diarios, entre ellos el ABC.

La primera de las fotografías, la tomada por González Larios, es el pase previo a la cogida y se puede apreciar el peligro del lance al estar el diestro sobre la barrera sin posibilidad de escapatoria.

Pase previo a la cogida de Ignacio Sánchez Mejías.

Las siguientes fotos fueron tomadas por Melchor Díaz-Pinés. La primera de ellas, se corresponde al mismo lance que la anterior, pero tomada en primer plano y desde el lado opuesto. 

Pase previo a la cogida de Ignacio Sánchez Mejías.

El pie de esta foto en la crónica del diario ABC describía perfectamente la peligrosidad del momento: "Sánchez Mejías desafió a la primera res de la lidia ordinaria, así, sentado en el estribo y dio ese pase escalofriante. Lo cerrado de la suerte se aprecia perfectamente en la foto"

La segunda de las fotografías fue tomada justo en el momento de la cornada que recibió Sánchez Mejías en el muslo derecho.

Momento en el que es corneado en el muslo derecho Ignacio Sánchez Mejías.

Continuamos con la crónica del ABC que describe perfectamente la gravedad de la situación: "Al repetir, el diestro fue enganchado por la ingle. La foto reproduce este terrible momento de la cogida. El toro volteó horriblemente a Sánchez Mejías, suspendiéndolo durante un rato".

En la última de las fotografías se aprecia el momento en el que Sánchez Mejías, gravemente herido, es sacado del ruedo. Según el ABC: "Por un burladero, Sánchez Mejías, es retirado del ruedo. He aquí la última fotografía del famoso diestro. La gravedad de la herida que lleva en el muslo derecho, la adivinan todos los espectadores en ese gesto grabado en el rostro".

Salida por el burladero de Sánchez Mejías momentos después de ser corneado.

Tras la cornada, Sánchez Mejías se negó a ser operado en la enfermería de la plaza por el médico local Fidel Cascón Arroyo y solicitó ser trasladado a Madrid. Dos días después murió en la capital de España a consecuencia de la gangrena que había ocasionado la herida. Su figura trascendió con mucho el ámbito taurino, ya que fue también aficionado a la literatura y escritor, hombre de negocios, presidente del Betis Club de Fútbol... Todas estas facetas de carácter público le convirtieron en uno de los personajes más populares de la cultura española durante el primer tercio del siglo XX. Tras su muerte, fue homenajeado por varios poetas de la Generación del 27, en particular por Federico García Lorca, que escribió una elegía en su recuerdo titulada Llanto por Ignacio Sánchez Mejías.

Todos estas fotografías de la cogida de Ignacio Sánchez Mejías fueron publicadas en el diario ABC los días 14 y 16 agosto de 1934.


El accidente del Talgo (1978)

Este viaje por el tiempo a través del Archivo Histórico del ABC nos lleva a ahora a los primeros años de la Transición, a otro trágico suceso ocurrido en Manzanares el día 15 de diciembre de 1978: el accidente del tren Talgo.

A las 16:20 de la tarde entraba en la estación de Manzanares un tren Talgo procedente de Madrid con destino Cádiz. Ese día 15 de diciembre era viernes y el tren tenía una alta ocupación, principalmente andaluces que volvían a sus hogares para pasar el fin de semana. El convoy estaba compuesto por una locomotora y 20 vagones en los que viajaban 413 personas. El tren no debía tener parada en Manzanares ya que circulaba a una velocidad de 120 km/h a su llegada a nuestra localidad.

Los primeros vagones entraron por la vía correcta con aparente normalidad, pero, de forma repentina e inesperada, los tres últimos se desplazaron por otra vía lo que produjo en jerga ferroviaria un "latigazo". Esto provocó que se partiera el enganche de los tres últimos vagones, desplazándose éstos de forma descontrolada durante 400 metros, chocando con todo lo que encontraban a su paso, hasta que se empotraron con un tren de mercancías estacionado en una vía paralela. El choque fue brutal, quedando los vagones convertidos en un amasijo de hierros. Dos de los vagones accidentados se quedaron cruzados ocupando todas las vías del ferrocarril a su paso por Manzanares, como se puede apreciar en la siguiente fotografía.

Vagones accidentados cruzados sobres las vías del tren en la estación de Manzanares.

De forma inmediata, 
los empleados de Renfe de la estación, ayudados por algunos viajeros, iniciaron las labores de rescate. La noticia se propagó a toda velocidad por Manzanares y rápidamente acudieron al lugar de los hechos ambulancias, Guardia Civil y voluntarios de la Cruz Roja. En los primeros momentos fue complicado evaluar la magnitud de la tragedia ya que muchos heridos y fallecidos se encontraban aprisionados entre el amasijo de hierros en los que se habían convertido los vagones accidentados. Como era diciembre y anochecía muy pronto, se tuvo que montar con focos una iluminación improvisada para continuar con las labores de rescate. Una suave y fría llovizna hizo acto de presencia, contribuyendo a aumentar, aún más si cabe, la atmósfera de irrealidad, de drama que envolvía a la estación.

A las siete y media de la tarde, se habían recuperado 7 cadáveres y evacuado a los heridos al hospital de Manzanares y, aquellos especialmente graves, derivados a Madrid. Varios de los ingresados en el hospital fallecieron arrojando un desolador balance final de 13 muertos y 14 heridos graves. Todos ellos viajaban en los últimos tres vagones. De hecho, el conductor del tren y los viajeros de los primeros vagones no fueron conscientes del accidente hasta que fueron avisados desde la estación de Manzanares, ordenando que parase de forma inmediata el tren.

En el Archivo del ABC hemos encontrado fotografías, menos conocidas y muchas de ellas no publicadas en su momento, que muestran en primer plano los efectos de la tremenda colisión sobre los vagones accidentados.





Vagones accidentados.

Entre los fallecidos se encontraba un diputado del PSOE, Alfonso Fernández Torres, que viajaba junto a otros compañeros congresistas y senadores. De 71 años de edad, había sido durante la II República presidente de la Diputación Provincial de Jaén. Finalizada la guerra fue condenado a muerte, aunque posteriormente se le conmutó la pena por 30 años de prisión. Salió de la cárcel en libertad provisional en 1955. Había apadrinado nada menos que a Felipe González y Alfonso Guerra en su ingreso en las Juventudes Socialistas.

Otra trágica historia estuvo protagonizada por la familia de Gregorio Cabezas. Se habían desplazado en coche desde Sevilla a Madrid para someter a unas pruebas médicas a su esposa. A la hora de volver a Sevilla, su mujer se había sentido indispuesta por lo que decidieron que hiciera el camino de vuelta en el Talgo para viajar con mayor comodidad. La hermana de Gregorio, que estaba con ellos en Madrid, se ofreció a acompañar a su cuñada en el tren. En mitad del camino de regreso a Sevilla, Gregorio tuvo noticia del accidente por la radio y temiéndose lo peor se dirigió con su coche de forma inmediata a Manzanares. A la llegada a nuestra localidad tuvo que pasar el amargo trago de identificar a su esposa y a su hermana entre los cadáveres, en una improvisada morgue que se había organizado en una de las salas de la estación.

En todo drama no puede faltar un héroe, cuya historia permita destacar al menos una buena noticia entre tanta tragedia. Este papel se lo ganó por derecho propio el sargento de la Armada Pedro Fernández Jiménez, que viajaba en los vagones accidentados y, a pesar de estar herido, ayudó a salvar a otros viajeros. Reproducimos a continuación el relato sobre el accidente en primera persona del sargento, que transmite con toda su crudeza el caos de los primeros momentos tras la colisión[3]:

"Iba leyendo tranquilamente una novela cuando de repente noté un fuerte bache, como si el tren hubiera pasado por un cambio de agujas. Después todo fue muy rápido. Creo que di varias vueltas en el aire y caí al suelo. Me acordé de una película de catástrofe. Luego sentí un tremendo golpe y que los hierros se venían hacia mí. Los paneles donde se guardan los equipajes de desprendieron. Luego no sé cómo me vi en el exterior.
 
Advertí a un hombre tendido en el suelo. Entré de nuevo en el vagón y observé como otro viajero se encontraba aprisionado entre dos asientos. Pedí ayuda...A otro pasajero caído de bruces traté de colocarle bien, pero su chaqueta se había enganchado y no podía. Había otra mujer que pedía ayuda y logré sacarla fuera. De nuevo volví a subir al vagón y traté de sacar al hombre de la chaqueta. Le agarré del cinturón y tiré con todas mis fuerzas, pero no podía moverle.

Otra mujer daba alaridos entre los hierros retorcidos. Entre otro hombre y yo, como pudimos la retiramos y logramos ponerla a salvo. Vi algunas personas caídas en el suelo. Les toqué el rostro, no daban señales de vida...Después, alguien me recogió y me trasladó a esta clínica. Luego en mi misma habitación entraba una de las personas que yo había rescatado. Se echó a llorar y me abrazó. Cuando ocurrió el accidente no sentí dolor, ya en la clínica empecé a notar un intenso frío."

Pedro Fernández Jiménez. 

Respecto a la causa del accidente, se especuló en los primeros momentos que había sido provocado por un cambio de agujas en el momento que pasaban los últimos vagones del convoy. Esto habría provocado que los últimos tres vagones se desplazaran por otra vía diferente por la que circulaba el resto del tren. Renfe afirmó públicamente que no era muy probable que un erróneo cambio de agujas fuera la causa del accidente, ya que la estación de Manzanares contaba con un mecanismo de seguridad automático que impedía que se realizasen cambios mientras un tren estuviese circulando por las vías[4]. Por su parte, la empresa Talgo, constructora de los vagones, se defendió afirmando que el diseño de éstos hacía prácticamente imposible que descarrillaran en una vía recta y que la causa debían ser factores externos[5]

Finalmente, el 21 de diciembre, seis días después del accidente, Renfe publicó una nota explicando que el siniestro no era achacable al estado de la vía ni a una maniobra incorrecta. Según la compañía, el origen del descarrilamiento había sido una avería en la suspensión de una de las ruedas del antepenúltimo vagón que había provocado, a su vez, tras salirse de la vía y por un choque con la aguja y la contraaguja, un accidental y fatal cambio de agujas[6]:

Resumen de la nota de Renfe con las causas del accidente.

El accidente fue noticia destacada en la prensa nacional durante el mes de diciembre de 1978, llegando a ser portada del diario ABC al día siguiente de los hechos, el sábado 16 de diciembre.

Portada del diario ABC del 16 de diciembre de 1978.

Terminamos con el accidente del tren Talgo este recorrido por la historia de Manzanares a través del Archivo del periódico ABC. En fechas muy recientes nuestra localidad ha sido también noticia en ABC y en todos los medios de comunicación por otro trágico suceso, el asesinato de dos empresarios, pero estos hechos ya han sido tratados en otra reciente entrada de este blog. En cualquier caso, dejaremos el relato detallado de estos sucesos para un futuro, cuando hayan dejado de ser candente actualidad para convertirse en una triste y llamativa historia del pasado.

Miguel Ángel Maeso Buenasmañanas, octubre de 2023.



[1] BERMÚDEZ GARCÍA MORENO, ANTONIO (2021): Manzanares bajo el reinado de Alfonso XIII (1902-1931), Versión digital 2021, páginas 474-477.

[2] BERMÚDEZ GARCÍA MORENO, ANTONIO (2021): Manzanares bajo el reinado de Alfonso XIII (1902-1931), Versión digital 2021, páginas 215-221.

[3] ABC del 17 de diciembre de 1978, edición de Sevilla, página 53.

[4] ABC del 17 de diciembre de 1978, edición de Sevilla, página 53.

[5] ABC del 17 de diciembre de 1978, edición Madrid, página 54.

[6] ABC del 21 de diciembre de 1978, edición de Sevilla, página 36.


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